Primeras historias de Belén en Harvard


Hoy ha vuelto a llamar Belén.
Derrocha vitalidad, alegría, está entusiasmada con todo lo que está viviendo, no puede dejar de contar todas sus experiencias que se le amontonan en el cerebro y le cuesta expresarlas con cierto orden. Da gusto hablar con ella, tiene un sentido exquisito a la hora de conversar. Si interrumpes la conversación, se calla inmediatamente para darte paso a lo que quieras decir, con toda naturalidad, dejando que digas lo que necesites decir. Pero casi no es necesario, lo que me interesa a mi es escuchar todas las cosas que le están sucediendo, resolver las dudas que me plantea de la forma más inteligente posible, aportar ideas que puedan ser útiles, compartir sus ilusiones, sus lecturas si es preciso, retarla en el aprendizaje del chino, aunque sepa de sobra que nunca llegaré a saber ni dos palabras.
Hoy me ha contado un montón de cosas que se me han amontonado de la misma forma que imagino que tenía ella en su cerebro. Poco a poco se irá desliando la madeja y se irá ordenando, tal vez ayudándome a hacerlo si lo trato de escribir, y tal vez así cuando lo lea más tarde o dentro de un tiempo grande vuelva a revivir estas conversaciones.
El otro día ya me dijo que había elegido la lengua china como asignatura y que está muy entusiasmada en aprenderla. Tiene clases teóricas y prácticas, le han dicho que le harán repetir mucho la pronunciación y que acabarán teniendo un buen acento. Hoy por ejemplo me ha comentado que el profesor le aplastaba los mofletes para no se qué pronunciación. Me ha repetido una serie de sonidos con diferente entonación, pues dice que hay cuatro tipos distintos de entonación a la hora de hablar. Yo por mi parte al salir del trabajo he pasado por el corte inglés y me he puesto a hojear un libro de aprender chino. Me he pasado un buen rato leyendo algunas de las reglas gramaticales que no parecen ser muy complicadas y le he contado algunas cosillas de las que he leído y la he dejado muy asombrada de mis conocimientos. Por eso decía al principio lo de retarla en el aprendizaje del chino.
Me ha contado lo bien acogida que está siendo y que cuando dice que es de España la gente se emociona y le pregunta por nuestro país, se interesan por la pronunciación de Alicante que les suena muy bien, el profesor de árabe la saludó al fianlizar la clase a la que asistió para ver si le interesaba y le dijo que siendo española tendría más facilidad para aprender el idioma.
También me ha dicho que se presentó a un casting para una obra de teatro y que resultó que el papel que tenía que interpretar era la de la mujer de un hombre que tenía relaciones con una cabra y que tenía que estar muy enfadada y decir muchas palabrotas. Al finalizar el casting la felicitaron por lo bien que lo había hecho. Ha estado corriendo al lado del río y rodeada de gente que hacía deporte. Dice que tal vez tenga una asignatura con Lorenzo, su chico, y que lo ve muy poco pues no tiene demasiado tiempo para verse.
Ha estado con la persona que se encarga de su ayuda económica y le ha estado explicando que parte de lo que tenemos que abonar nosotros es el dinero de bolsillo para sus gastos, es decir, de la cantidad que ellos calcularon que teníamos que abonar una parte se ingresa en la cuenta de Harvard en dos veces y el resto es dinero de bolsillo para pagar los aviones, sus gastos personales como la compra de material de sábanas o mantas o cosas para su cuarto, sus gastos de restaurantes o cines o transporte. Como ella ha abonado el ordenador de su dinero, lo que hacen ahora es abrirle una cuenta de crédito con el dinero que se ha gastado y que corresponde a la beca del colegio y cuando se tenga que pasar el próximo recibo lo deducirán de ese crédito y como es el caso, por la diferencia le harán un cheque para sus gastos.
Le han hecho varios exámenes, en el de francés obtuvo 800 sobre 800, en matemáticas le han puesto en el nivel más bajo, lo que le daba mucha verguenza porque dice que yo soy matemático y no está bien que ella no domine esa ciencia. En escritura creativa también le han puesto en el nivel 10 que es también el más bajo de los dos que hay, pero como ella dice, hay muchas personas que llevan toda la vida hablando y escribiendo en inglés y también están en ese nivel. Los profesores le han comentado que es mucho mejor empezar por abajo pues se tiene una buena base y se rinde más en el siguiente nivel.
Me ha comentado que hay algunos cursos para aprender a leer rápidamente, seleccionar lo más interesante de un escrito, y todas esas técnicas para aprovechar mejor lo que se lee. Hemos pensado que puede ser muy interesante pues tiene que leer muchísimo en todas las asignaturas y puede que le sirva para un futuro y podrá ir practicando todos esos métodos a lo largo de estos años.
En relación al deporte, prefiere no comprometerse con un deporte de club pues le puede llevar mucho tiempo, aunque me ha dicho que no va a competir a alto nivel pues para eso tiene que ser elegida de antemano y para competir contra otras universidades eligen a gente que sepa hacerlo.
Existe otro nivel que es para una liga dentro del mismo Harvard entre diferentes residencias, y eso está agrupado por clubs, y también lleva bastante tiempo. Así que tal vez se apunte a jugar voleibol pero para practicar los sábados y domingos entre amigos. Y que prefiere ir a correr cuando le venga bien que no dedicar demasiado tiempo al deporte.
Echa de menos la fruta de España, y dice que está carísima y de no muy buena calidad.