Hoy es un día especial. Belén se ha marchado otra vez a Boston. Va a comenzar su segundo año en Harvard. Nos hemos quedado todos un poco tristes con su marcha. De todas formas, ya estamos esperando escuchar de nuevo todas sus aventuras. Volverá al mercado de asignaturas, donde cada profesor vende su clase con sus mejores armas dialécticas, con los más apasionantes temarios. Ya tiene bien pensado qué quiere estudiar: Gobierno. Y un minor en Economía, por saber de todo un poco. Ya le esperan sus compañeras de cuarto, las mismas con las que compartió la habitación el año pasado salvo Kiara.


Kirkland es su nueva casa. Este año la hemos visitado en nuestro viaje a Boston. Es una edificación cuadrada, con un patio central y algunos grandes árboles. Le ha tocado una esquina, y al parecer las habitaciones son bastante grandes. Ya nos irá contando que tal. Parece que tiene grandes ventanales por donde seguro que le entra mucha luz. Tiene fama de ser una de las mejores casas en cuestión de comidas. No va a ser muy fácil compaginar eso con su intención de comer más sano.
Estaba ilusionada en ir a recibir a los primeros años e incluso va a trabajar el domingo en la entrega de los bultos que dejaron antes de irse de vacaciones los alumnos, almacenados en los sótanos de la residencia.


También tienen prevista su llegada el próximo lunes 31 de agosto, su prima Ángela y el novio de ésta, Alfredo. Van a hacer un curso de inglés. Alfredo va becado, y Ángela ha optado por hacer el mismo curso. Van a estar veinte días en Boston y luego pasarán varios días en New York con Belén. Seguro que la visita la tendrá ocupada y le hará pasar más distraida estos primeros días.
Ha empezado la cuenta atrás para su vuelta en Navidad. Esto es duro.
En la foto, Helena y Belén disfrazadas de super heroínas rosas.



VIAJE A LA LAGUNA AZUL Y ESCALADA A LOS PIES DEL PAINE




Date: Sat, 3 Nov 2007 05:18:30
Como os adelanté ayer, el dia fue genial. Juan se levantó muy temprano y acabó de arreglar su mochila para la excursión a la montaña. Ahora se tomaba un actimel, luego entraba otra vez y metia algo en la bolsa, se ponía una prenda, me decia que el desayuno no abria hasta las siete y así hasta que una de las veces ya no volvió a entrar y nos dejó descansar plácidamente, había comenzado su aventura de ocho horas en la montaña, con retazos de viento de la noche anterior que como os dije llegaron a los 200 km. por hora en algunos momentos y tiró árboles, casas, tejados y demás.

Hoy en Calafate nos han dicho que se volaron cinco casas. A decir verdad, algunas de las casas son como la de los tres cerditos, y un lobo con buenos pulmones las puede levantar por los aires de lo frágiles que se ven. No se como pueden aguantar el frio dentro de esas casas de hojalata y trozos de madera que en algunos sitios se ven.
Lo cierto es que el día no fue demasiado ventoso para lo que habíamos vivido y que la excursión discurrió en parte por dentro de un bosque que según él fue lo más bonito y luego saltando de roca en roca llegó hasta las puertas del valle del silencio que era su objetivo. Se encontró con guardabosques y estuvieron charlando, también llegaron los que habian conseguido caballos para hacer la travesía más asequible y a eso de las dos y media de la tarde aparecio con sus mayas ajustadas, y como si no hubiera pasado nada.

Nosotros, mama y yo, tras un suculento desayuno y una vez que pasé por los talleres del hotel para que me repararan nuevamente la luneta trasera cuyo arreglo había desaparecido en la noche y tras sacar de dentro del coche bostas de caballo, paja, hojas, ramas y polvo del tamaño de un grano de arroz que cubria la totalidad de la tapicería, suelo y salpicadero del coche, salimos a la excursión de la laguna azul. Por el camino, volvimos a encontrar todos esos animales que os he descrito pero que no dejaban de sorprendernos, aqui un escorzo de guanaco, allí la manada de caiquenes mas grande que habíamos visto, una pelea de caiquenes contra patos, de pronto una cascada del rio Paine y más adelante otra aun mayor que nos hizo bajar del coche y hacer un pequeño recorrido para verla de cerca, mama bajando por las cuestecillas bastón en ristre y con mucho cuidado pero feliz y contenta de ver una pequeña Iguazu tan a la mano. Y tras algunos kilómetros más, una fascinante laguna del color azul más intenso y brillante que os pidáis imaginar, pero, que va, inimaginable para los que no lo han visto, eso de color azul más intenso y brillante que os podáis imaginar es una chorrada en comparación con la realidad, además, nuevamente salpicado de borreguitos, pero eso no es todo, el campo lleno de margaritas amarillas, el cielo despejado, las vistas de las montañas, las mejores de todo el parque nacional y para colmo un árbol seco como broche de la decoración.

Arriba os pongo la foto de lo descrito para que veais que no digo mentira.
Después de ver eso comprenderéis lo duro que es dejar esos parajes y volver a la dura realidad.
Enfin, que una vez llegado a ese punto no había más carretera que recorrer y dimos media vuelta de camino a la hostería del Parque Nacional. Alli que llegamos y nos dimos encuento con Juan, que venía de la montaña, yo me puse a escribiros el e-mail de ayer y Juan se fue a su sauna-masaje-jacuzi de dos horas y pico, que seguro que le dieron más tiempo con eso del cuento de que va a echar un curriculum para irse a trabajar la próxima temporado al lugar, de masajista. No tiene cuento ni na el chaval. Se ha intentado camelar a las masajistas para que le dieran una mísera media hora más de masaje.

Cuando acabó todo nos fuimos a toda pastilla para Puerto Natale pues ni teníamos hotel y teníamos que devolver el coche con daños. Buscamos hotel y nos fuimos a devolver el coche. Los que allí estaban no tenían ni idea de lo que había que hacer así que llamaron a Nanci, la eficiente empleada que con tanto cariño nos había atendido dos dias antes y que tan buena relación habían alcanzado con mama, que ha sido nuestra relaciones públicas numero uno. Ya la conoceis, no se corta ni mijita y parece que conoce a todo el mundo de toda la vida, en un momento está la gente disfrutando, riendo, contando su vida más íntima como si fuese la vecina de al lado de toda la vida y cuando llegamos nosotros, dos hombres hechos y derechos, entramos triunfantes, como los hijos, bueno, algunos me confunden y piensan que soy el marido y Juan nuesto hijo. Voy a tener que cuidarme un poco más y dejar este aspecto de setentón, por quitarle años a mama, y no es que yo parezca tan viejo, sino que mamá parece muy jóven. NO se si ha colado.

Total, clavazo al canto que el seguro no se hace cargo de estas incidencias atmósfericas y al hotel. Como mamá se había quedado en el hostal, pues aquello no era un hotel como he dicho al principio, allí estaba en la cocina de la casa, sentada en una silla y ya iban tras un par de horitas de espera por los biznietos, una amiga que estaba en la casa y que se tenía que ir a atender a su marido quedó enredada en el encanto de Ana María y allí estaba. La hija de la dueñaa del hostal, que también se llamaba Ana, y la dueña que tambien, tambien se llamaba Ana. La amiga para despistar un poco se llama Alma. Bueno, al final nos llevaron ellas dos, la hija y la amiga en su coche a un restaurante para recomendarnos y que no pasaramos frio.

Nos quedaban 10.000 peso chilenos, que si dividís por 680 os dará la cifra en euros, así, que una miseria y queriamos cenar tres. Le preguntaron al mesonero y este dijo que si, que una sopita. La hija Ana, imploró, le dijo que nos tratara bien y se marcho. El buen señor nos sirvió una sopita con un huevo dentro, muy buena y nosotros pedimos para beber una cervecita cada uno, no cortos ni perezosos. Pasaban los minutos, el culo del cuenco hacía rato que estaba a la vista de todos, se había acabado el pan con mantequilla que nos puso de aperitivo y nosotros charlando tan amigablemente. Total, que el tiempo pasaba y no pasaba nada, ellos la camarera y el dueño secando platos y sacando brillo a los cubiertos. En esto que se me ilumina la mente y les digo a los comensales, oye, que este hombre ha dicho que una sopita, que aquí no hay más que rascar. Juan se lanza y le dice no se que y el hombre toma su calculadora y dice, ya llevan ocho mil quinientos pesos, Juan que se rasca el bolsillo y reune las monedas y dice, traiganos la carta de postres y elegimos un postre para compartir, y aún nos sobró unas monedas. Qué os parece, no me digais que no ajustamos bien.

Bueno, ya se terminó el día de ayer, mañana si puedo seguiré contando más batallitas, hoy ha sido un poco más sereno y no os penseis que van a ser todos los días como ayer y antesdeayer, que nosotros damos para mucho, pero los folletines tienen momentos álgidos y otros que no lo son tanto, así, que si mañana no queréis leer el capítulo, no os vais a perder gran cosa.
Besitos para todos, estos ya están durmiendo como troncos, así que me voy a hacer lo propio.

Chau

EN LA HOSTERIA LAS TORRES Y LAS AVENTURAS PATAGONICAS







En la hosteria Las Torres y las aventuras patagonicas
Date: Thu, 1 Nov 2007 18:56:21 +0000

Bueno, como bien sabéis, llegamos a la Hostería Las Torres recomendable de todas todas. Ayer hicimos una excursión con el coche hasta el lago Grey. Ese era el final de la ruta, pero por el camino el paisaje es indescriptible. Juan ha oído que es uno de los parques nacionales más bonitos de todo América y le hemos creído a pies juntillas. Cuando no te encuentras con un grupo de guanacos apacentando o corriendo de forma grácil como solo ellos saben hacer te encuentras con patos o con parejas de caiquenes que son diferentes el macho y la hembra, uno es blanco y el otro marrón. La hembra debe ser la marrón para camuflarse cuando empolla los huevos. Los canquen son pájaros con el pecho colorado y también los hemos observado desde muy cerca. Pero los animales más numerosos y tranquilos son los guanacos, que pacen en grupos muy numerosos, como de 20 ó 30 individuos y no se asustan fácilmente. Hoy hemos oído mamá y yo como suenan, tal vez para avisar que había gente extraña bajándose de un coche rojo para hacer fotografías a la manada. Ha sido increíble descubrir que eran ellos avisándose.

Bien, eso en lo referente a los animales, perdón, también encontramos por este parque liebres patagónicas. Los árboles son muy diferentes y hay muchísimos completamente secos, que da un poco de pena pero que también dan un aspecto muy diferente a otros lugares que he visitado. En las estancias se ven álamos para resguardarse del viento. Hablando de viento, que locura. Dicen los del lugar que nunca habían visto soplar como sopló anoche. Ahora desde donde os estoy escribiendo que es un salón con muchas mesas y completamente acristalado, con un tejado en w y con vistas a las Torres del Paine, los álamos de rigor y el césped estoy viendo también a un operario del hotel subido a una escalera roja reparando el tejado. Ha sido brutal como soplaba. Yo también es la vez que más fuerte he visto soplar el viento. Y siguiendo hablando de viento, que ha sido uno de los grandes protagonistas de la excursión de ayer, os informo que el coche que hemos alquilado lleva como luneta trasera unos cartones, unos plásticos y mucha cinta para pegar toda esa maraña de elementos pues una ráfaga de viento y piedra rompió brutalmente la luneta.

Mamá se llenó el pelo de cristales y Juan y yo como posesos grabando y tirando fotos. En un momento todo se volvió caótico dentro del coche. Risas, nervios, pero todo bien. Eso fue al final de la excursión con lo que dentro del susto, pudimos disfrutar de un día soleado y despejado como también dicen los del lugar que no suele darse. Un dicho de aquí es que en una hora puedes tener las cuatro estaciones y les creo. A las once, a las quince y a las dieciocho horas cambia el tiempo según nos han dicho los gauchitos de la estancia. Los gauchitos son gente con cara muy amable, bajitos y delgados y los que hay aquí, en el hotel, se ocupan de los caballos para las excursiones y son todos jóvenes y vestidos con trajes muy bonitos. Estoy escuchando a Larralde y me suenan todas las canciones de mi juventud pues era uno de los autores que más me gustaban.

Las panorámicas de las montañas son fantásticas, a cada curva, encuentras un motivo para fotografiar y si no vas con tiempo, seguro que no llegas de tanto parar. La carretera es de ripio, piedra, tierra y poco más, cuando sopla el viento todo eso se levanta y ocupa el espacio por donde tienes tu que pasar y entramos en conflicto. Pero ese mismo viento provoca que las lagunas se encrespen y surjan las olas blancas sobre fondo negro, o sobre fondo turquesa o sobre fondo azul intenso y agradeces que sople con fuerza. Cuando llegamos al lago Grey, nos bajamos Juan y yo porque mamá estaba un poco cansada y prefirió quedarse en el coche, pero en cuanto vimos el panorama que se nos presentó delante convinimos que Juan fuera a buscarla pues el camino hasta ese lugar era fácil. Yo continué. Lo que se veía era una playa inmensa de un lago y al fondo el glaciar. Al final de la playa estaban varados un grupo de diez o doce icebergs y allí que me fui con un viento que en mitad de la playa te hacía andar con dificultad pero que no te impedía avanzar para ver los témpanos de hielo anclados en la playa. Como era tarde pues teníamos que llegar al hotel a las 6 y media para los masajes tuve que volver a toda prisa y preocupado pues no vi a Juan en ningún momento por la playa. Sobre un puente colgante de esos de las películas estaban los dos, madre e hijo con la cámara en ristre para registrar mi llegada. Yo les ataqué con la mía y todo quedo en tablas. Con más rapidez que a la ida, fuimos camino del hotel y a mitad de camino fue cuando lo de la luna del coche.

El masaje espectacular, sauna, masaje de una hora y un jacuzi de postre. Salí dando tumbos como un borracho pero en la cafetería del hotel, mientras luchaba por llegar me encontré con dos conocidos tomando cerveza y allí que me junté con ellos para aplacar mi mareo. Ni ganas de cenar.

El día de hoy ya os lo contaré cuando acabe, pero os adelanto que Juan ha cumplido su sueño y mamá y yo hemos hecho una excursión muy bonita con cascadas y vistas geniales. Ya os cuento.

Esther, feliz cumpleaños, yo no he podido ir pero los tres te llevamos en el corazón. Que pases un día muy feliz, y cuando estemos los tres juntos miraremos muy fijamente a una de estas montañas y nos acordaremos de ti para ver si te llega una vibración intensa. Si te llega, que sepas que somos nosotros.

Besitos a todos y sobre todo a mi amor, mi niña Maite que no le he podido escribir un e-mail personal, pero que no desfallezca, que todo se andará.
Chao

POR FIN EN LAS TORRES DEL PAINE






miércoles, 31 de octubre de 2007 0:58:19
Ha sido complicado pero lo hemos conseguido. Cuando llegamos a la estación de autobuses nos encontramos con que solo quedaban dos pasajes para Puerto Natale, nuestro destino en Chile para visitar las Torres del Paine, montañas bonitas entre las mejores para los alpinistas y los amantes de la montaña. Todos los planes rotos.


Teníamos que buscar hotel, actividades para el día siguiente para no perderlo dando tumbos y reorganizarlo todo. Le dijimos al que vendía los billetes que si había alguna anulación que nos avisase al hotel. Juan y yo nos pusimos manos a la obra para reparar el desaguisado.


Vimos un jeep que anunciaba vuelos en globo y allí que nos fuimos para montar a la abuela en globo a su pesar. Tampoco fue posible pues no había piloto para el aparato y no comenzarían los peligrosos vuelos hasta dentro de dos semanas. Buscamos hotel, y nos fuimos con una cervecita y un brownie en el cuerpo al hotel más corridos que una mona. Cuando llegamos al cuarto mama que estaba descansando en la cama salto cuan rana cabreada y nos dijo que habían llamado por teléfono no sabia de donde ni para que. Viaja con abuelas para esto.


Nos fuimos a recepción ilusionados desconcertados y expectantes y en recepción dijeron que una vez que habían pasado el teléfono no se preocuparon de más, así que por favor, llame a la agencia de transportes y pregunte si han llamado a los rodriguez leiva, por fin dimos con el vendedor y nos dijo que teníamos pasaje para los tres para hoy. Suspiro profundo y vuelta a enderezarse todo. A las ocho de la mañana ya estábamos montados en el autobús muy serios y mirando pa lante.


No os voy a describir el viaje pues lo pase durmiendo y de vez en cuando un pajarraco, un guanaco, una ovejita y su cría que ahora están en sazón total, que llegamos a la frontera con chile y nos dan un papelito de declaración de todo lo que traemos de comer y maderas, etc. etc. y Juan pone que lleva de todo y que es muy legal y que no va a mentir a nadie. Nos lo tenemos que comer todo por dios, que se nos va el autobús, que la cola avanza, que ya nos toca y que no puedo comer más deprisa la tercera manzana. Recapitulamos, oye y si decimos que no llevamos nada, preguntamos al chofer y nos dice que lo subamos al autobús que ya lo han revisado, como si fuéramos atracadores de medio pelo vamos pasándonos la maleta de la comida de unos a otros y al final el autobusero nos la quita de las manos y la mete con el equipaje y a rellenar de nuevo los papeles pa decir que no llevamos mas que tres manzanas. El de la aduana me dice que tengo que poner que llevaba tres manzanas. Si tengo que poner en la lista todo lo que llevaba aun estamos allí.


Llegada a Puerto Natales, alquiler de coche, compra de zapatillas para Juan, comidita de marisco para quitarnos las penas, y caminito de las montañas que no llegamos a las ocho de la tarde al control y lo cierran. Así que a ochenta por pistas de ripio por donde teníamos que ir a treinta o cuarenta pero al final, a las ocho menos cuarto estábamos preguntándole al guarda parque que qué nos aconsejaba.... y al final al hotel que es una maravilla de enclave al pie de esas bellas montañas que tanto nos ha costado alcanzar.


Mañana os contaré como nos perdimos por estos valles tan bonitos, que hicimos con la abuelita, que creo que le vamos a pagar un masaje de dos horas pa que se quede relajada y ya veremos como nos va el día.


Bueno, besitos de los tres, que los tengo aquí apuntándome lo que a mi se me olvida y que lo paséis tan bien como nosotros aunque con menos estrés.
Chau

Y eso que estamos intentando hacerlo slow, que quiere decir despacito y sin prisas, pero nada, que no se deja el puñetero viaje.

VISITA A LOS GLACIARES






Lunes, 29 de octubre de 2007 0:12:51
Hola familia y demás destinatarios.
Por fin, creo, digo creo pues hemos comprado por internet, tenemos billete para BB.AA. el 3 de noviembre saliendo de Calafate a las 12 y llegando a BB.AA. (AEP) a las 14,49 en el vuelo LA4443. Espero que sea cierto.
Esto es todo lo que tenemos comprado, nos queda comprar el billete de ida y vuelta desde Calafate a Puerto Natale en autobús que son 5 horas y reservar las noches que pasemos allí. La idea es alquilar un coche e intentar entrar en el Parque de la Torres del Paine alojándonos en algún hotel o albergue. La aventura continua.

Hoy hemos estado en los glaciares.
Lo hemos pasado fantásticamente yendo en el catamarán a ver los cinco o seis glaciares que se ven en el lago Argentino, desde la proa, con el capitán y azafatas que nos atendían a los seis que habíamos pagado un suplemento de unos 20 euros.

Mi madre ha estado encantada, nos han dado de beber todo lo que nos apetecía, unos alfajores argentinos, champán y bombones de despedida y las explicaciones del capitán y las azafatas a todo lo que preguntábamos. Nos hemos sentido muy especiales, sobre todo cuando veíamos a los de afuera pasando un frío de narices cuando el barco iba a toda marcha.

Cuando estaba parado no hacía frío y hemos tenido un día espectacular, con mucho sol, a penas fresquito, y hemos desembarcado en una zona para ir a ver tres glaciares que tiran montones de iceberg pequeñitos y han formado un lago más pequeño que tiene salida con un río que atraviesa un bosque de legnas, un árbol que en esa zona está en peligro pues hay una vacas salvajes que se comen los brotes que aparecen y el bosque está en retroceso hasta el punto que han permitido cazar las vacas salvajes que por esos pagos deambulan.

Una salvajada a mi manera de ver, yo le he contado a la guía que en Francia hemos visto como traslada a las vacas en barcos planos para cambiarlas de zona de pastoreo, pero no ha debido de entenderlo muy bien. También dicen que cazan a los jaguares pues matan muchas ovejas.

No entiendo nada, deben de haber un montón, pero no entiendo como se permite matar a un animal salvaje en lugar de mantener esa especie de algún otro modo o subvencionar las ovejas muertas a los propietarios.

Ahora, después de comprar el billete Juan se ha ido a dormir un poco pues sigue con su catarro, mamá va mejorando pues ayer comenzó con antibiótico y parece que le está haciendo efecto, y yo, que era el que peor estaba, estoy hecho y toro de miura, eso si, con mocos el muy mariquita.

Mañana tenemos la visita del Perito Moreno, y no imagino que pueda ser más espectacular. Hemos visto varios cóndores, iceberg por todos lados y los glaciares con algún que otro desprendimiento pequeñito en vista de los pedazotes de hielo que andaban flotando en el lago. Oscurece tarde y eso nos da la sensación de que el día es muy largo, y acabamos un poco cansados todos los días pero por la mañana estamos otra vez con todas las fuerzas para ver y disfrutar.

Bueno gente, que lo sigáis pasando bien en lo vuestro, que ya nos ocupamos nosotros de sacarle punta a este viaje. Las comidas son indescriptibles, por eso no abundo en informaros muy a fondo, la carne nos sale por las orejas, el dulce de leche es como que está omnipresente en todas las cosas de pastelería o facturas como dicen por aquí, el paisaje es árido como Almería, por lo menos en las zonas por donde nos estamos moviendo pero las distancias son enormes.
Hemos hablado con unos ingleses que han estado en Torres del Paine y que han alquilado un coche y dicen que las carreteras son horribles, que Puerto Natale no tiene nada que ver, pero que merece la pena la vista de Las Torres, así que estamos animados. Veremos que opinamos después de las 5 horas de autobús y los traqueteos del coche de alquiler.

Joaquín y gente que duerme para retomar fuerzas.

YA ESTAMOS EN CALAFATE










Date: Sun, 28 Oct 2007 02:12:14
Hola a todos de nuevo. Hoy hemos llegado a Calafate. El avión salió puntual a las 8 de la mañana, hacía viento como todos los días que hemos estado en la provincia de Chubut, en Trelew, lugar donde se lleva toda la lana que se esquila para ser lavada. O al menos uno de los centros más importantes que realizan esa faena. Los pinguinos y los elefantes marinos han sido muy amables con nosotros. Sobre todo los pinguinos magallánicos que son pequeñitos y no se inmutaban a nuestro paso. Las laderas de las montañas estaban repletas de madrigueras y por encima de ellas los guanacos correteaban mientras el cielo dejaba caer gotas frias de agua y el mar se llenaba de borreguitos.


Sabéis que es cuando más me gusta el mar?...


Como os digo, también los elefantes marinos han sido amables, nos han dejado ver sus gruesas panzaz al sol, sus estiramientos de cola, sus crias amamantándo y las hembras apartadas de los sultanes, capitanes y tenientes. El más gordo y fuerte el sultán. Algún que otro capitán o teniente ensangrentadillo de alguna trifulca con algún otro. Se quedan quietos en la arena de la playa mientras descomprimen cuan buzo experimentado después de bajar a 1500 metros de prufundidad, 15 atmósferas, para pescar langostinos y otras viandas apetecibles. Luego, con un proceso largo van elimimando el nitrógeno de su sangre durante días enteros tumbados sobre la arena. Toda una maravilla de la naturaleza.


Hoy, hemos llegado a Calafate. Hacían cinco grados de temperatura, según me he enterado, ha bajado justo hoy bastante, hasta esos frescos cinco grados de la mañana. No ha levantado demasiado la temperatura durante el día pero estaba despejado y no llovía. La vista de las cadenas montañosas que rodean el lago Argentino son expectaculares, las cumbres están nevadas, hemos visto un cóndor, y gran variedad de pájaros de los que he olvidado ya el nombre. De los sencillitos, patos de cuello rojo, bandurrias, cisnes de cuello negro y otro sinfin de pájaros de menor tamaño pero muy diferentes a los que se ven por tierras alicantinas.


La excursión de hoy ha sido a un galpón, la estancia se llama el Galpón del Glaciar. Allí nos han recibido con unas bebidas refrescantes, tés, café, y una variedad enorme de pastas, tartas, mermeladas, dulce de leche que no falte, galletas de té, y puding de todo tipo, strudell de pasas.... una exageración. Aun sabiendo que a la noche teníamos una asado argentino típico, nadie de los cerca de 100 que ocupábamos el lugar ha dejado de llenar el buche. Luego nos han hecho una demostración de esquila de oveja, una exhibición del trabajo que hacen los perros para llevarlas de un lugar a otro, nos han enseñado como se erosiona el terreno por el pastoreo, gente ha montado a caballo y otros hemos ido a ver liebres que saltaban de nuestros pies, pájaros volando a nuestro alrededor y sobre todo un paisaje con las montañas nevadas al fondo que impresiona. Tras cerrar todas las tranqueras o puertas del campo, nos hemos ido al gran comedor que ya vacio de pastas estaba preparado para la cena. Ensaladas y todo tipo de carnes a la brasa, de cordero, vaca, pollo, morcillas chorizos, batatas, y salsas de las más diversas. Al final un heladito con fresones que aquí se llaman frutilla. Una pareja de bailarines y un guitarrista nos han deleitado con bailes de la región, tangos, y canciones de la tierra.


Mañana la ruta de los glaciares durante todo el dia.


Que disfruteis tanto como nosotros.Os dejo que hay gente esperando ponerse al ordenador y ya es tarde. Besos, abrazos o lo que os apetezca. Lo estamos pasando muy bien y el catarro de los tres va remitiendo. El hotel en Calafate una maravilla. totalmente nuevo y una buena vista sobre el lago.


Chao

DESDE LA PATAGONIA ARGENTINA




Date: Fri, 26 Oct 2007 00:41:40
Por fin podemos conectar, ayer el e-mail del hotel no funcionaba pues había problemas.
Llegamos bien, tomamos un taxi y al hotel. Luego nos fuimos a cenar al viejo Molino, nos hemos enterado que es el lugar más caro de Trelew. Cenamos muy bien, unos ahumados, ensalada, cordero y un postre riquísimo.

Hoy hemos ido a ver ballenas y las hemos visto, impresionante, espectacular. Hemos ido con un catamarán y aunque las aguas no estaban demasiado claras, hemos visto un par de parejas con sus crías. El parque natural fantástico, con guanacos, gallinetas, maras, alcatraces y todos los bichitos que os podáis imaginar. Luego de una buena comida en un self service genial hemos ido a ver a los elefantes marinos que también ha sido algo fuera de lo común, nunca mejor dicho, no vemos esas cosas feas y enormes muy a menudo. Habían bichos grandotes descansando en la playa con las leonas junto a sus cachorros a los que amamantaban con cierta desgana, nada parecido a una buena madre puesta con todos sus sentidos en su bebe.

El viaje ha durado todo el día, hasta eso de las seis de la tarde, nos ha llovido por el camino cosa que tampoco es muy usual en estas tierras secas y sin un solo árbol.

Ya ha comenzado la segunda aventura, pues la primera ha sido fantástica y la acogida nuevamente espectacular por parte de los tíos y los primos, con infinitos detalles en todo momento y anteponiendo cualquier cosa para atendernos y hacernos sentir a gusto. Así da gusto tener familia en cualquier parte del globo.

Chao y que nos vaya bonito a todos.

Ana Maria, Juan y Joaquín

SEGUNDA PUNTATA DESDE BUENOS AIRES




Date: Sun, 21 Oct 2007


Hola de nuevo desde Buenos Aires. Hoy es domingo y aquí es el día de la madre. En todas partes desde ayer están felicitando a las madrecitas, gente desconocida en cuanto ven una mujer la felicitan, en la tienda de ultramarinos te regalan un bombón con la compra para la mama. Como era hoy un día tan especial, aquí en casa también comimos comida especial. un asado y raviolis italianos hechos de encargo con salsa de tomate. Ayer fuimos a dar un paseo con el coche por las costaneras, al lado de la desembocadura del río de la Plata. Y también por el centro de la ciudad.

Fue un paseo muy agradable y nos hicimos una idea de como es Buenos Aires. En medio de la ciudad llama la atención las villas miserias al lado de las vías del tren o gente viviendo debajo de los puentes haciendo fogatas y pidiendo dinero si les haces una foto.

Los coches son tremendamente viejos y parece que no van a poder andar o que se van a quedar en la siguiente esquina. Todavía se ven carros tirados por burros o caballos, y los autobuses son muy viejos en su mayoría. Estoy escribiendo desde el trabajo de Antonio que es donde esta el ordenador, es un taller de reparación de vehículos y venta de cosas para los coches. Esta al lado de la vivienda y trabajan de sol a sol. Hoy es domingo y día de la madre y esta cerrado.

Por ahora hemos conocido a los hijos del tío Antonio y sus nietos, a los hijos de Conchi no los hemos visto todavía.

Fuimos el sábado a la agencia de viaje y estuvimos viendo una primera aproximación al viaje. Creo que vamos a ir a la Península Valdés a ver ballenas, luego a Ushuaia y por fin al Perito Moreno. También hemos preguntado por las cataratas de Iguazú pero no tenemos claro si iremos o no. Lo decidiremos mañana lunes con intención de empezar el viaje el miércoles a más tardar.

Maite, hasta hoy no he vuelto a entrar en Internet, espero poder hacerlo estos días antes de salir.

El sábado también fuimos a un restaurante que se llama La Facultad y comimos con unos vecinos del tío Antonio y entre ellos estaba un jugador de fútbol muy famoso de la época de Di Stefano, (el alemán) como él lo llama. Nos hicimos fotos y es posible que me firme una de sus tarjetas de visita.

También, antes de ir a dar la vuelta por Buenos Aires en coche estuvimos en la escuela de escultura, cerámica y demás cosas a la que va Rosita y estuvimos charlando con gente de la escuela que estaba allí trabajando figuritas. Fue muy interesante y me acordé mucho de Ana y de Cristobal pues imagino que hubieran disfrutado un montón viendo las figuras y esculturas que allí tienen expuestas.

Bien, mama está muy bien, soportó de forma inmejorable el duro viaje de 12 horas y no hemos tenido jet lag de ese que es tan malo para la salud.

Estamos impacientes por comenzar el viaje por la Patagonia. Según el de la agencia va a salir por unos 4000 pesos que al cambio son unos 1000 euros los 12 ó 13 días que estaríamos por esas tierras.

Chao viejos....

SALIDA ACCIDENTADA A BUENOS AIRES



Hola a todos:
Iniciamos con turbulencias el primer viaje a Argentina. Todo empezó con la idea de Juan de invitar a madre al viaje. Cuando me enteré, vi la oportunidad de hacer también el viaje y me puse a buscar el vuelo. Eso era por el mes de julio y en esas fechas compramos muchos vuelos, los de Belén, los de Estambul, y otros que no recuerdo, pero con todo ese maremagnun no comprobé si me habían cargado mi vuelo a Argentina. Había dado mis datos y me habían contestado con las claves que normalmente dan. Mi vuelo salía desde la T4 pues volaba con Iberia. Ellos salían desde la T1 un poco antes que yo. Fuimos al aeropuerto en un taxi y los dejé en su terminal mientras que yo me dirigía a la mia. Traté de facturar y ahí empezó toda una avalancha de adrenalina a recorrer mi cuerpo. No tenía billete.
Me aconsejaron que llamara a la empresa que me lo había vendido.Terminal A. Llamé fuera de mi y me salió un contestador diciendo que a partir de las 10 de la mañana abrían. Me dirigí a la venta de billetes de Iberia y me dijeron que quedaban en preferente a 3.000 euros; era más de lo que me pensaba gastar en prácticamente todo el viaje, así que con la cara descompuesta le pedí al operario que me ofreciera otra alternativa. Buscó y me dijo que aunque no debiera facilitarme esa información, en Air Europa aun quedaban billetes, así que tome un taxi a la Terminal 1 y me dirigí a la ventanilla de Air Europa. Había sitio para salir a las 10 y 10 así que compre a un precio similar al del primer billete que había intentado comprar, me reuní con Juan y madre en la sala de embarque en la que me atendieron dándome un poco de agua y al poco embarqué. He llegado antes que mama y Juan. Los he esperado en el aeropuerto de Buenos Aires donde Antonio, el hermano de mamá estaba esperándo avisado ya por teléfono y por correo electrónico de toda la movida.
Nos han recibido con mucho cariño y estamos a punto de ir conociendo a los primos y los hijos de los primos. Toda una experiencia.

CRONICA 11ª VIAJE A BOSTON Y N.Y. DOMINGO DE PENTECOSTÉS, 31 DE MAYO DE 2009





Que no penséis que me se lo de Pentecostés por un año que pasé en el seminario. No, que lo pregunté a los sudamericanos que estaban en San Patricio celebrándolo como ya conté en la crónica anterior. Pero ya sabéis, cuantos más datos tiene uno en la cabeza, mayor número de detalles puede aportar y poco a poco van construyéndose las ideas.
Quién sabe si alguien algún día me escribe algo y me nombra lo de que hoy es domingo de Pentecostés. Seguro que viene a mi mente ese día pasado en Nueva York. Ese domingo del año 2009 fui a un oficio de la Friendship Baptist Church, en busca como muchos otros turistas que vi por Harlem perdidos y buscando como descosidos una iglesia donde meterse para vivir la experiencia de la música gospel. Vamos, que ni locos se nos ocurre aquí en España ir preguntando a la gente que hay en la puerta de una iglesia si hay oficio ese día, como nos pasó a nosotros. Íbamos con dirección y todo. Nuestros amigos Sara y Rogelio, -que gusto nombrar a los amigos-, nos habían dicho que unos años atrás, exactamente dos, ellos habían estado en una iglesia y tenían todavía el folleto que les dieron. Muy amablemente nos dejaron, además de ese folleto, un montón más. Pero de todos ellos solo elegimos ese, pues nos contaron que no era una Church para turistas, que era más familiar, y allí que nos dirigimos. Como digo, había en la puerta un par de señores a los que preguntamos por la citada church y nos dijeron al enseñarles el folleto, que hacía un par de meses que se habían ido de allí, y que ese domingo, en esa iglesia no había oficio. Os podéis imaginar la decepción, nosotros que habíamos decidido cambiar el día de salida de casa de los Lorber por este dichoso oficio, pues nos resultaba muy engorroso el tema de las maletas. Teníamos que ir a Manhattan y dejarlas en una consigna, y luego volver a Harlem a toda prisa para no perdernos el oficio de las 11. Además, llevaban un par de días (en los ratitos que nos veíamos) diciéndonos que nos quedáramos a una barbacoa que querían hacer el domingo un poco en nuestro honor, con su hijo y la novia.
Así, que veníamos ya de dar una caminata enorme por Harlem, y empezaba a echarse encima las once y nosotros sin encontrar una iglesia donde cobijarnos. No creáis que éramos los únicos, además de unos italianos, cuatro chicas españolas estaban en nuestra misma situación, incluso se nos unieron a la charla de los dos que estaban delante de la iglesia. Desperdigados al fondo de la calle, grupos de turistas blancos, que os digo yo, que sin ir a preguntarles, sabia qué intenciones tenían. Nos habían dicho que tal vez en aquella dirección había una iglesia que ... total, que tras dar las consignas a las españolitas despistadas, nos fuimos a buen paso en busca de la church.
Los italianos cruzaron de acera, las españolas también y otra vez solos fuimos caminando con los ojos bien abiertos, no fuera a pasársenos una negrita bien vestida y a poder ser con sombrero de ala ancha. Ese era un signo inequívoco de buena misa. Mira que no quiero decir misa porque no lo es, ahí ni se sigue un rito como nuestras misas, ni se comulga, ni se bendice ni na de na. Se canta, se saluda uno, se dan avisos de los que están malitos para que los visites o los llames por teléfono, se pide dinero hasta tres veces, que te quedas helado cuando ya has echado en el cestillo cinco dólares “per cápita” (eso era lo que habíamos acordado en un cuchicheo rápido y discreto cuando vimos que se nos venía encima la señora con el cestillo) y de pronto te ves que piden para unas becas para los negritos de la comunidad, y luego otra vez, esta con los pocos hombres que habían allí, delante de todos los bancos y mirando para los feligreses no se si para ver a los que depositaban el óbolo o para indicar que esa colecta la promovían ellos.
La predicación no creáis que es algo evangélico, no. Resulta que habían matado a tiros a un policía negro y lo había hecho un policía blanco, dicen que por error. Pues no os podéis imaginar la arenga que estaba el Minister dando a las abuelitas, que me imaginaba yo que se subían la falda y de entre las entretelas se sacaban una magnun y se iban a por el primer policía blanco que se cruzara en su camino. Se metió con el cuerpo de Policía, al que quería hacer responsable de la indemnización a la familia y no a las arcas del Ayuntamiento. Que si no les habían avisado para asistir a la rueda de prensa de los medios y las iglesias, que si tal o cual, todo enfadado. Pero bueno, me he metido de lleno en este lío sin contaros como contactamos.
Entramos en la iglesia y dos especies de monjitas, vestidas de blanco al completo, zapatos, calcetines, una batita con cinturón de tela blanco y especie de flor al pecho de tela blanca, guantes blancos, y finalmente gorrito blanco, en una carita negra, cuerpo ligeramente encorvado nos recibieron. Nos colocamos en uno de los últimos bancos, pero al momento nos indicaron que nos sentáramos más adelante, ellas tenían reservado esos asientos para ellas.
Los que iban pasando nos saludaban dándonos la bienvenida y las manos. Y casi al principio del programa estaba la bienvenida a los visitantes, nos dicen que nos pongamos en pie y en esto que se nos acerca micrófono en mano un hermano y me lo da. My name is Joaquín, me salió en plan torrente de voz por ese micrófono inalámbrico. Y luego les dije, no se cómo, que venía de España. Aplausos del respetable. Le pasé el micro a Maite, que estaba a mi lado, y lo mismo. Pero el acento de Maite más dulce. Y vuelta a los aplausos. Y por fin Belén, que se explayó un poco más, pero ajustándose al guión. Más aplausos, esta vez con una intensidad y duración mayor para dar por terminada la intervención de los visitantes.
La ceremonia duró cerca de dos horas. Los cánticos no fueron nada del otro mundo. No os recomendaría ir, pero si que nos sentimos como en familia. Aguantamos por respeto, y al final salimos los primeros y sin volver mucho la mirada atrás, nos fuimos alejando. Y os digo el por qué. Resulta que al principio, antes de la ceremonia, Belén recibió una llamada por el móvil y salió para atenderla. Cuando estaba hablando, una ráfaga de aire le levantó la falda y se quedó como Marilyn pero boca abajo, es decir, con la falda haciendo un ángulo de 180 grados con el suelo. Esto lo vio una de las mandamases de la church y le recriminó diciendo, que no era navidad y le había hecho un regalo así de grande, y marcó con las manos el tamaño, exagerando, del trasero de Belén. No quedó ahí la cosa, cuando entró la señora, se dirigió a nosotros y en inglés volvió a repetir su retahíla y nos tememos que también se lo contó al reverendo, pues al final del acto, sin venir en el programa, nos arengó arremetiendo contra la poca decencia de la juventud, y vimos a Belén abrocharse hasta el último botón de su vestido, pues era ella la que mejor entendía el contenido del sermón del Rev. James A. Kilgore. Los cánticos, han sido dirigidos por una organista de color blanco y acompañados por un batería de color negro. Durante los sermones puedes decir palabras de ánimo o de asentimiento con lo que dice el ministro, a voz en grito para que todos te oigan bien, y puedes interrumpir con aplausos el sermón, con mucho énfasis a poder ser, seguro que hay un nutrido grupo que te acompaña y no te deja solo.
Cuando nos montamos en el metro, leímos que daban $10.000 a quien diera información sobre el paradero de la persona que había disparado al policía de N.Y. Días más tarde, leímos que se había entregado el policía.
En esta crónica me he extendido sobremanera con la "misa gospel", pero seguro que en vuestra mente habéis recreado un poco cómo fue, os faltan datos como la entrada de los coros por el pasillo con baile incluido, o cómo en algunas ocasiones, jóvenes muy bien vestidos acompañaban muy elegantemente a las señoras mayores a sus asientos, o como se iba moviendo el coro, o el énfasis del predicador, todo ello ha quedado en nuestras retinas y me gustaría que vuestra mente fabricase, con todos estos datos, algo parecido a lo que yo he vivido, mi objetivo se habría cumplido.
No me extiendo mucho más. Esa tarde tuvimos cena en casa de los Lorber, unas costillas de cerdo bañadas en cerveza y con más de cuatro horas de horno. Unas mazorcas de maíz pintadas con mantequilla y buen vino. De postre pastel de arándanos, fotos, buena conversación y promesa de volver algún día y de recibirlos en nuestra casa pronto. El hijo se fue pronto, y nos quedamos charlando un buen rato. Como de costumbre, se fueron pronto a dormir, pues el lunes trabajaban temprano, así que nos despedimos.
Ite misa est.

DÉCIMA CRÓNICA DESDE NEW YORK. SÁBADO, 30 DE MAYO 2009





Nos hemos levantado un poco tarde. Ésta vez Belén nos ha ganado a Maite y a mi y ha sido la primera en ducharse. Cuando he bajado a desayunar no había nadie como de costumbre, y he estado mirando un libro del año escolar del 2009 de los alumnos del colegio de Margo que andaba encima de la isla de la cocina. Todo un derroche de fotografías, dibujos a color, tapas duras, fotos de todos los alumnos, apartado especial para los que terminan el colegio, que en USA. es muy importante y se celebran grandes fiestas, con los chavales que ya han optado a la universidad desde enero y la han visitado con sus padres, los padres que les regalan el primer coche, o vete a saber qué historias me he hecho yo con tanta película americana con los preuniversitarios como objetos cinematográficos.

Mientras me preparaba un desayuno a base de crema de cacahuete y oliendo un queso de untar para verificar su estado con el sentido del olfato, hete aquí que aparecen los Lorber, completamente empapados de sudor que venían del gimnasio. Margo nos ha invitado a salir a la terraza y allí en buena compaña hemos terminado todos desayunando. Maite ha decidido que ese era el mejor momento para hacer entrega de los regalos y nos hemos desecho de un poco más de peso en nuestras maletas, pues mira que pesa el turrón y los CD's de música de guitarra. El primer abanico se ha roto a las primeras de cambio y hemos hecho entrega de un segundo, con sumo agrado y preocupación no fuera a volver a pasar lo que con el primero. Luego he estado charlando con Howard, el marido de Margo sobre su viaje por España hace un par de años y con una buena música de fondo.

Margo nos ha bajado a Chelsea, pues tenemos intención de ver las galerías de arte que hay en este barrio, y nos ha dejado justo en la calle donde hay más galerías, y desde el principio, hemos ido recorriendo una por una, flipando con las ideas que van plasmando, como unas calabazas gigantes de más de dos metros de altura, lacadas y brillantes que ocupan entre las tres toda una habitación abierta a la calle, esculturas estilizadas en forma de margaritas rústicas de tamaño monumental, con contrapesos de madera y tallos de metal, pinturas, esculturas metálicas de yenes contra dólares, y sobre todo, un cuarto en forma de cubo, totalmente recubierto de espejos, al que se entraba tras hacer una pequeña cola, y que una vez dentro los tres, nos cerraron la puerta y una luces muy tenues, que colgaban del techo a diferentes alturas, se reflejaban hasta el infinito una y otra vez, subiendo y bajando la potencia de luz y dando una sensación tremendamente placentera. Todo ello, acompañado de una música que hacía todavía más agradable esa inesperada visión.

Al final de todas las galerías que hemos visto, unas quince o veinte, hemos llegado a Chelsea Market, que es impresionante, todo lleno de tiendas de comida, exposiciones de fotos, conciertos callejeros de seis o siete músicos, y gente paseando o comiendo por todas partes. Finalmente, nos hemos decidido por un restaurante muy singular, que a la vez era una tienda de ropa y de muebles tipo Becara muy caros.

Nuestra intención hoy era visitar también el MOMA, aprovechando las entradas que nos han proporcionado los Lorber, así que hemos tomado un metro y nos hemos dirigido al museo. El MOMA es brutal. Nos hemos centrado en pintores como Cezanne, Monet, Picasso, Kandisnky, Brake, de los que tienen una gran colección y también en las salas dedicadas a la arquitectura y el diseño. Para descansar, nos hemos salido al jardín que hay hasta que cerraran y hemos visto la cabra de Picasso, que andaba por allí suelta, pero como petrificada, hemos visto como se preparaban durante todo el tiempo que hemos estado allí descansando los camareros del restaurante anexo, imagino que para saber correctamente la composición de los innumerables platos del menú, las últimas añadas de vinos o la última moda en la colocación de una servilleta.

A la salida, hemos pasado por la iglesia de Santo Tomás, buscando San Patricio, que es la famosa, pero nos hemos encontrado con una boda y allí que nos hemos puesto a fisgonear. No hay viaje que hagamos que no nos encontremos con una o más bodas y tenemos por costumbre fotografiarnos con la feliz esposa, aunque en esta ocasión, era tal el bombo y el platillo de esta, Lamborghini colorao en la puerta para la fuga de los recién casados imagino y pareja de limusinas, que no nos hemos atrevido. Las damas de honor vestidas todas iguales, los organizadores tipo “el Padre de la novia”, subiendo y bajando escaleras con las consignas y los encargos, llevando el bolso olvidado por una dama o ayudando a bajar a alguna vetusta dama emperifollada hasta las cejas. En la ceremonia, a la que hemos asistido durante un buen rato, han cantado el Ave María famoso ese de un tal Schubert o cosa así, ese que te pone los pelos de punta y la carne de gallina.

Hemos tirado hacia la otra iglesia que se vislumbraba un poco más lejos, en la misma acera, San Patricio por fin, pero nos hemos encontrado con otra boda, ésta un poco más chabacana. Cuando se cerraba el semáforo de la 5ª avenida, corría como una posesa con su marío y sus damas de horror para ponerse delante de los coches y afotarse mucho mucho. Así hasta tres veces, que me han salido todas las fotos movidas con tanto correr.

Por fin hemos llegado a San Patricio bendito y había montada una buena, pues se celebraba el domingo de Pentecostés, el sábado, y allí había cientos de sudamericanos todos igual vestidos, con cirios, pancartas, colas en los servicios a las afueras del templo, que imagino obligatorio al haber una concentración tan grande de personas.

Por si no habíamos tenido bastante, había llegado el día de hacer las compras y Maite y Belén se han metido en H&M, y se han comprado ropa, medias, chándales. Yo creo que ya va vestida para el verano con ropa de la 5ª.AVE.

Paseando, agotadillos por dentro y por fuera, nótese que nos hemos visto un museo, dos bodas y un sesión de tiendas, nos hemos acercado al edificio de Apple, al principio de Central Park, y tras descansar un ratillo a los pies del edificio, contemplando los rascacielos que por allí pululan, nos hemos metido en la vorágine applelistica que hay en su planta baja, toda llena de gente conectada a ipods, ordenadores, y cualquier máquina de la saga que os podáis imaginar. Encontrar un ordenador vacío para enviar un e-mail a Mamen por su cumpleaños ha sido toda una odisea, mientras que Maite meditaba rodeada de tecnología, como desentrañar la guía para el día siguiente. Misterios de la ciencia, cuando he preguntado a Mamen si había recibido el e-mail, me ha dicho que no. No te fastidia...

Sin desanimarnos, nos hemos ido andando, no he engordado ni un solo kilo pese a haber comido de todo, como digo, nos hemos ido andando a la 42 con la 9ª Ave. para cenar en un Tai que los Lorber nos habían recomendado. El ambiente era genial, muchísimos restaurantes tailandeses, limusinas para arriba y para abajo, que parecía que no iban a poder doblar la calle, taxis amarillos por doquier, gente de todos los colores y para colmo, hemos comido en una terracita muy bien y muy a gusto viendo todo este circo pasar delante de nuestros ojos. Belén, que ya es una experta en este tipo de comida, tras su estancia en Tailandia durante tres semanas el año pasado y los innumerables restaurantes tailandeses que hay en Cambridge, nos ha pedido una comida estupenda y ha aprovechado, instigada por mi, para decirle las pocas frases que recuerda de su estancia con la familia en Tailandia, que consistía en decir que su nombre era Belén, que había nacido en España y que todo estaba muy rico, frases que dichas con el acento español que le caracteriza, ha enardecido a la pequeña tailandesa haciendo que riera y sonriera emitiendo frases de respuesta, que por supuesto han sido contestadas por sonrisas y risas por parte de Belén. Bueno, y algún que otro sonido ininteligible para los legos en la materia, pero que aceptábamos como una correcta contestación.

Cuando faltaban pocos minutos para las 23 horas, hemos decidido volver corriendo a Grand Central Terminal para volver a casa y hemos tomado un taxi pues se nos hacía tarde para el penúltimo tren. El taxi no podía ir a penas a paso de peatón, y nosotros un tanto desesperados comentándole nuestra posible pérdida del tren. El nos ha comentado que Obama y sra. estaban por Brookling viendo una obra de teatro y cenando, en una escapadita sin los niños, que seguro que los han dejado a buen recaudo. Ellos habían tomado un helicóptero desde Washington y se habían acercado por allí.

Nosotros a paso de tortuga con callos y total, que hemos perdido el tren. El próximo en una hora. Salimos a tomar un poco el fresco y hacer tiempo para tomar el último tren y al salir nos encontramos con la calle cortada, policías cada 10 metros, a cada rato un coche con luces y sirenas pasando a todo pastilla por una avenida sin tráfico y gente apoyada en las vallas que delimitan toda la avenida. Preguntamos a una policía y nos dice que Obama va a pasar de un momento a otro, como sin querer decirlo, y nosotros venga a ver pasar coches negros, motoristas de tres en tres, de cuatro en cuatro, otro coche, este tipo ranchera, y así un buen rato, hasta que la comitiva se va haciendo cada vez más compacta, los coches más brillantes, los motoristas más guapos si cabe, y el coche de engaño, más el falso más el escolta delantero, el bueno que es más mastodóntico que los otros y vuelta a la retahíla de coches, motos, pitos y flautas.

Finalmente nos hemos ido al tren y allí me puse a escribir esta crónica en una libreta que llevo al efecto y que ahora me está sirviendo de recordatorio. Nos quedaba las cuestas, pensamos si habrá un taxi en la estación que nos lleve en un periquete, pero nanai, a pelo nos las subimos, que total, qué más da un kilómetro más o menos en el día de hoy.

Chau cucurrucucu curuchos

NOVENA CRÓNICA DESDE NEW YORK. 29 DE MAYO 2009





Hola de nuevo a todos lectoras y lectores de mis crónicas bostoneoyorkinas.

Si, se que os he tenido abandonados, que os he dejado con la miel en los labios, que algunos no habéis pegado ojo pensando que ya no iban a llegar más crónicas. Nada de eso, me propongo contaros a toro pasado, todo lo acontecido en este fantástico viaje a las américas, no vaya a ser que me cruce con alguno de vosotros en mitad de un camino y me obligue a pararme y a contarle la experiencia.

Acabábamos de dormir en casa de los Lorber, aquella señora que se fue a la cama apenas nos enseñó su casa y nos explicó cuatro cosas. Nos dejó por la mañana un pase para ir al Metropólitan, uno de los mejores museos de NY, pues ella y su marido son socios y nos salieron gratis las entradas. También nos dejaron dos pases para el MOMA, que visitaríamos al día siguiente y eso nos supuso un buen ahorro, pues al tercero le hacían un descuento importante, saliéndonos al final la entrada al MOMA por $5.

El día era lluvioso, o amenazaba agua, estupendo para visitar el museo, así que nos fuimos andando a la estación de tren, como unos 15 ó 20 minutos. Nos pusimos a investigar como sacar los billetes del tren a NY, y finalmente preguntamos a un señor que nos indicó que compráramos un determinado billete de esos que te recomiendan todas las guías que te compres para moverte en el metro y en el autobús de Mannhattan, por lo que vimos una ocasión estupenda para empezar ya a gastar dinero para la compañía de metro neoyorkina. Nos montamos en el tren y al pasar el revisor nos indicó muy amablemente que ese billete no valía para ese tren, y que eran $12 “per cápita”, lo que nos dejó un poco en fuera de juego, con nuestro billete de metro tendido y diciendo con cara de tonto que un señor nos había dicho...

Qué cara no pondríamos, que una señora, aquí tendré que decir muy amable y simpática, nos ofreció vendernos tres de sus billetes de la tarjeta suya, que salía por $5,5, lo que aceptamos encantados. El revisor aceptó la transacción y yo hice una foto de la señora para recordarla por el gesto, y por el trato que nos había dispensado, el gesto era muy serio.

El tren tenía su fin en Grand Central Terminal. Esta es la estación que sale en todas las pelis, con los coches de los niños rodando escaleras abajo rememorando “El Acorazado Potemkim”. La estación es grandiosa, con un techo coronado por las constelaciones del Zodiaco, unas lámparas al estilo del metro de Moscú, que me han dicho que son fastuosas, su reloj central, y montones de viajeros yendo y viniendo por sus salones, haciendo cola en las taquillas, o tomando cualquier tentempié, en las numerosas tiendas de comida que abarrotan la planta baja de la estación.

Salimos de la estación paseando sin un rumbo determinado, pues los escaparates y las calles te van incitando a caminar. Cuando nos dimos cuenta de la trampa reaccionamos y para no perder mucho tiempo, nos metimos en el primer taxi para que nos llevara al Metropolitan. Los taxis en NY, tienen una TV con noticias, en la que puedes consultar el tiempo, planos, y te dice en todo momento donde te encuentras, muy útil.
En el Metropólitan nos encontramos con una exposición de African and Oceanic Art y la famosa exposición de Francis Bacon. Nos ha encantado, y hemos estado desde las 11,30 hasta las 15,30 horas. Estamos reventados y para reponernos nos hemos dirigido a una tienda recomendada en la fantástica guía de Maite que se llama “Le Pain Quotidien”. La tienda es muy agradable, la vista de los diferentes tipos de pan invitan a entrar y cuando profundizas un poco la mirada en el mostrador vas descubriendo los muffins, los pasteles, y una carta de ensaladas, quesos y brebajes de todo tipo y es finalmente por las ensaladas y los quesos por lo que nos decidimos con unas cestas de pan de varios tipos, no se si para acompañar al queso o el queso al pan, pues no sabe uno qué es más rico. El sitio genial, recomendable. Mesa enorme, y en la mesa buen aceite de oliva y vinagre de Módena para aliñar las ensaladas.

Repuestas las fuerzas, descansados los pies y con otro ánimo, tuvimos la gran suerte de ver un anuncio de una exposición de pintura del grupo El Puente, que en alemán se escribe Brücke y la exposición se llama "Brücke: The Birth of expressionism in Dresden and Berlin, 1905-1913" del que había visto en una ocasión un reportaje publicado por ABC y que me gustó tanto que con todas las fotos que aparecían en el reportaje confeccioné un cuadro, el más raro de todos los que he hecho y que andaba colgado en la cocina hasta que finalmente un par de cuadros de la catedral de Cádiz han ocupado su lugar, para relax de más de un comensal. Cómo será el cuadro, que mi cuñado Pepe lo titula y por supuesto así se llama el cuadro desde entonces, "Mujer recién levantada buscando desesperadamente un orinal". La exposición nos ha encantado a todos, y además hemos contemplado uno de las más famosos cuadros de Gustav Klimt Adele Bloch-Bauer I 1907, oil, silver and gold on canvas. Neue Galerie New York http://www.neuegalerie.org/main.html?langkey=english

De ahí nos adentramos en Central Park, que está cruzando la quinta avenida, que a la altura del Neue es una calle normal y corriente. A esa altura dimos con el gran lago central de Central Park, y lo circunvalamos, sin quererlo, pues nuestra intención era atravesar el parque, pero como íbamos pegados al lago, cuando decidimos salir, cual no sería nuestra sorpresa que volvimos a la 5ª avenida nuevamente, pero un poco más arriba o abajo, según se mire. Por el camino nos encontramos a cientos, si, no miles, pero si cientos de corredores que de vez en cuando reconocías de haberlos visto ya en alguna de sus vueltas al lago, pues nuestro paso no era el suyo y nos doblaban, además, ahora que me doy cuenta, todos corrían en sentido contrario a nuestra marcha, pues esa sería la dirección acordada desde tiempos remotos para recorrer el lago.

Ya estábamos nuevamente muy cansados, así que decidimos tomar un autobús, el número 1 que nos dejaba al final de la línea en el barrio de San Marcos, un lugar muy marchoso, con montones de restaurantes orientales, galerías de arte, y según supimos luego por los Lorber sitio de porros y piercins donde los haya. Allí compramos un poco de fruta que nos apetecía para completar la despensa del desayuno y viendo que se nos hacía tarde para llegar a casa sobre las 22 horas nos fuimos hacia Grand Central para tomar el tren a Husting on the Hudson. Cuando llegamos tuvimos que subir un montón de cuestas empinadas hasta llegar a nuestra casa. Nos pusimos Belén y yo a escribir las crónicas pasadas y al rato llegó Margo, que enseguida se fue a dormir tras cambiar algunas impresiones sobre nuestro día. Esa noche escribí la cuarta crónica. Qué desfase. Y me fui a dormir.

Good night cucurichous que dirían los americanos.

OCTAVA CRÓNICA DESDE BOSTON Y NEW YORK. 28 DE MAYO DE 2009





Estoy reventado, no hacemos mas que patear NY. Pero las crónicas de NY tendrán que esperar para que sepáis de nosotros en la capital del imperio, o del mundo o como lo queráis llamar. Hoy incluso hemos tenido incidente con la policía, jeje, intriga, suspense, pero no contaré nada hasta que no llegue el día apropiado, todo a su debido tiempo.

Habíamos cenado en casa de Anne Broyles, esa mañana nos levantamos muy temprano pues teníamos que conducir hasta Cambridge que estaba a mas de una hora de coche y de autopista, pero con un limite de 60 millas por hora, que es poquito, imagino que no llega a los 110 Km. por hora, y sin saber muy bien si el GPS nos guiaría correctamente, ya sabéis que los paletos de provincias esas cosas de la ciencia no nos llegan a convencer del todo y dudamos de ellas.

Por el camino pensamos en deshacernos de la ropa usada y seleccionar aquello que realmente fuéramos a ponernos, por no ir cargados con peso de más. Los tres conseguimos deshacernos del peso aproximado de una maleta que dejamos en casa de Beniat, el chico vasco que también ha entrado en Harvard este año con Belén. El se ha quedado a trabajar para sacar un dinerillo y es el segundo de un encargado de vete a saber que y además cuida niños de una reunión que se ha organizado por allí, o hace cualquier cosa que le pueda dar algo de dinero. Se ha alquilado una casa entre varios que a su vez unos estudiantes tienen alquilada durante el curso y se la dejan a muy buen precio. Menudo como van hilando de fino ya algunos.

Nos fuimos a desayunar con un resto de dinero que le quedaba a Belén del dinero que le da Harvard para comida antes de que llegase el 31 de mayo que era la fecha tope para poderlo gastar.

Luego, nos dirigimos a dejar el coche y nos encontramos con las maletas en medio de la calle y un tanto sorprendidos porque el viaje cambiaba completamente, ahora teníamos que acarrear las maletas allí donde nos fuéramos. Esos primeros momentos no importaban, teníamos fuerza suficiente para mover el doble de peso, tal era la ilusión con la que nos llevaban nuestros pies camino de la Gran Manzana.

Estación de bus, habíamos comprado por Internet hacia un rato los billetes, quince dólares por cabeza Boston New York, que está muy bien comparado con los cerca de 100 dólares que cuesta el tren. Un rato esperando y finalmente embarcamos en el bus con servicio, que en mis condiciones, recordad que estoy malito, me consuela y me tranquiliza.

El paisaje desde Boston a New York es una alfombra verde en la que a duras penas puedes encontrarte con un casa aquí, otra allá, pero hasta donde llega la vista todo es arbolado. El día esta lluvioso y la sensación de estar protegido por el autobús en un ambiente desapacible, hace que el viaje sea más placentero. Se tardan cuatro horas y finalmente el autobús se va adentrando en la ciudad de New York hasta dejarte en la estación. La compañía el la de siempre en las películas, Peter Pan, la del galgo corriendo, eso también me agrada pues es hacer realidad y tangible tantas y tantas películas que has visto en el cine y en la tele en el que la gente viaja en estos autobuses.

Durante el viaje hemos hablado con Margo, la mujer que va a alojarnos. Nos dice que hasta las ocho no sale de trabajar, y que hasta esa hora no vayamos a su casa, pues sus marido esta trabajando también. Nos sienta un poco mal, pues eso nos deja colgado con las maletas. Hemos tomado el autobús sobre las once de la mañana y estamos llegando sobre las tres de la tarde, tal vez un poco mas tarde. Así que decidimos dejar las maletas en consigna si es que hay consigna en la estación. Buscamos, preguntamos y damos con una consigna. Dejamos las tres maletas y nos vamos con nuestras bolsas de mano a ver algo de la ciudad.

Al salir de la estación me encuentro con mi edificio preferido, el Crisler o como se escriba, con su cúpula de escamas y sus gárgolas y sus tapacubos de decoración.
Empezamos ya a mirar para arriba, Estamos cerca de la 5 Ave., entramos en un Starbuck, cadena famosa en estas tierras donde te dan café chocolate, infusiones y pastelillos y magdalenas de todo tipo y forma. El lugar de preferencia de cualquier neoyorkino que se precie. A todo esto Margo, nuestra anfitriona nos va llamando o lo hacemos nosotros para ir quedando, pues ha decidido llevarnos ella en su coche aprovechando que está en New York visitando a una amiga.

Tras algunos cambios, decide recogernos cerca de donde tenemos las maletas a eso de las ocho de la tarde, lo que agradecemos pues ya tenemos los pies como botas.

Por el camino nos ofrece pedir una pizza para cenar, lo que declinamos pues todavía tenemos la barriga llena y haciendo la digestión. El paseo es muy agradable pues va bordeando el Hudson, un gran río que separa el estado de NEW YORK DE NEW JERSEY, y vamos viendo también como se va dibujando un skay Line de los rascacielos de New York según nos vamos alejando de él hacia el norte.

El lugar donde vive Margo es un especie de urbanización como la mayoría de las casas, con sus jardines delanteros y traseros, bonitas construcciones, la mayor parte de madera, predominando sobre la piedra o el ladrillo y con mucho gusto edificadas, pues por lo general no se repite el diseño de las casas. Los árboles que bordean las calles de la urbanización son grandes y altos, juntándose las copas en lo alto y formando un paseo de veinte o treinta metros de altura como si fuese una cúpula.

La casa de Margo siempre tiene abierta la puerta de su casa, no se cierra ni por la noche y por el día, estén o no estén, a la puerta no se le echa la llave. según se entra se topa uno con un escalera que sube al piso de arriba donde están los dormitorios y los baños. Siguiendo todo recto pasas al lado de una habitación vacía donde vivía su madre hasta que la llevaron a una residencia con demencia senil seguida de otra que hace las veces de comedor y junto a este comedor, sin separación de tabiques, se encuentra una gran cocina con una isla en mitad de ella, unos sofás, una mesita baja, una cheslón (jeje, así se pronuncia pero vete a saber como se escribe) y al frente el ventanal de salida a la terraza. En la misma cocina, antes de llegar a los fogones y la nevera hay un aseo con ducha, lavabo y water, que daba servicio a la madre cuando vivía con ellos.

Margo se despide de nosotros a penas llegados a su casa, nos pide que comamos lo que queramos y que vengamos a la hora que queramos. Nos deja un plano y horario de trenes y se va para sorpresa nuestra. Nos quedamos comentando un poco la jugada y nos marchamos pronto a dormir, en una habitación bastante grande, con una batería del hijo de Margo, que a propósito, nos habíamos encontrado al lado de la estación de tren de Hasting on Hudson que así se llama el pueblecito donde vive la cual nos enseñó Margo antes de pasar por su casa para indicarnos donde estaba.

Ya se pegan los ojos, así que no tardamos mucho en abandonarnos en los brazos de Morfeo y esperar a que llegue el próximo día.

Estamos a una media hora en tren de Mannhattan, la casa es muy agradable, y Margo nos ha resultado un tanto acelerada, pero muy amable.

Chao cucuruchos.

SÉPTIMA CRÓNICA DESDE BOSTON. 27 DE MAYO DE 2009





Por la mañana Maite y Belén se fueron al yoga, yo me quedé en la cama. A eso de las nueve y media, llegaron y me levanté, pero nos quedamos descansando toda la mañana en la casa, solos a excepción del perro y el gato. Belén se puso a ver una peli de video, Ana de las tejas verdes, que son cuatro tomos y que le traían muchos recuerdos de su infancia. Maite echo unas cabezaditas.

Yo me puse a ver como venían a comer en varios comederos que habían instalado fuera de la casa y en las ventanas que daban a la cocina y el comedor, montones de pájaros de todos los pelajes y colores. Nunca en mi vida había visto tal cantidad. Había un libro de los Pájaros de Massachussets y según iban viniendo yo los iba buscando en el libro, que estaba ordenado por los colores, así todos los negros juntos, todos los azules, todos los colorados. Los dueños tenían marcado con las esquinas dobladas los que habían visto y yo conseguí identificar unos seis o siete diferentes, de los más de quince distintos que llegue a ver.

La mañana era lluviosa y algunos tenían sus alas salpicadas de minúsculas gotitas pues la lluvia era muy fina. Cuando reemprendían el vuelo saltaban y desaparecían. Los había rojos, el Cardenal; negros con el cuello irisado, de la familia de los córvidos, de dos tamaños diferentes; blancos y negros como cebritas voladoras; negros con puntos rojos en las alas; azules de cola larga; gorriones o al menos pardos como ellos; con picos amarillos o negros, cortos y regordetes o afilados y curvados; los que se llevaban una carga de granos o los que pelaban las semillas despreciando la cáscara. La mayoría no tenia ningún cuidado y tiraban al suelo más que comían, tal era la cantidad que había en los comederos que no les debía importar el derroche.

Además, una ardilla mediana y otra muy pequeñita, como del tamaño de un ratón de ordenador, con su cola que aun no era demasiado peluda, se encargaban de ir comiéndose todo lo que los pájaros tiraban al suelo. Todo un espectáculo que podía durar toda la mañana.

Antes de que viniera el marido de Anne, que ya no recuerdo su nombre, nos fuimos a tomar una pizza para comer. Vimos el segundo gol del Barsa al Manchester. Lo celebramos como si fuésemos los mayores forofos del mundo, y los empleados de la pizzería nos miraban y nos sonreían.

Habíamos quedado en ver la casa de retiro. Salones, habitaciones grandes pero sin ningún tipo de lujo, con mobiliario antiguo, biblioteca escasa, cocinas y techos muy altos. La casa necesita grandes reparaciones en el sistema de impermeabilización, pues con la lluvia que caía, que no era mucha pero si constante, se veían algunas manchas de agua en las paredes al lado de los canalones de desagüe. Nos dijo el hombre, que es el director de la casa de retiro, que es mucho el dinero que se necesita para mantener aquello y yo os digo que no lo sacan con las visitas que reciben, así que pronto les va a pasar como a la General Motors, quiebra asegurada. El bosque que rodea los 32 acres de terreno, que no se cuanto espacio es eso, pero el que tenga curiosidad que lo busque por google y salga de dudas, bueno pues ese terreno está bordeando el lago y tiene algunos senderos. Una fuente con cascadas, un árbol recientemente abatido por un rayo y desgajado desde la base, unas barandillas oxidadas y miradores descuidados y llenos de hierba por todas partes. En un claro, un montón de bancos con una cruz que resultaba un tanto curioso, pero que debía ser algo para meditar en grupo y en medio de la naturaleza mirando al lago.

Tomamos el coche y decidimos irnos a Lowel, ciudad industrial que nos habían dicho que se podía ver y que era lo más aconsejable de los alrededores. El hombre se pensó que ya nos íbamos a su casa, pues a las siete se había quedado para comer, y Anne nos tendría preparada una sorpresa. Nosotros tomamos la carretera y en media hora nos plantamos en la ciudad industrial que había sido la primera en USA en organizar fábricas que con la fuerza del río pudiera mover la maquinaria y desarrollar toda la industria textil. Esas empresas vistieron a todos los esclavos de esa época con ropa barata y después se dedicó a hacer los uniformes para el ejército, con lo que se convirtió en la primera ciudad mas industrializada de todos los estados.

Decidimos comprar unos pasteles para la cena, y preguntando nos dirigieron a una pastelería que decían de origen portugués, así que dejé a las chicas comprando y yo me fui a dar una vuelta a la manzana para recogerlas. Esa era mi intención, pero el río que tanto progreso había dado a la ciudad se cruzo en mi camino y me impidió dar la vuelta a la manzana, así que tuve que cruzarlo y mas adelante volver e intentar acercarme a la pastelería, que hacia esquina y que tenia unos grandes ventanales. Una vuelta, cruce del río de nuevo, calle grande hacia adelante, no encuentro la pastelería, tuerzo, giro, trato de hacer el mismo recorrido que minutos antes habíamos hecho con el coche, nada, que no salgo bien, me he debido de pasar, otra vuelta, y otra, me voy a meter por una calle antes, tampoco, trato de preguntar a un par de jóvenes, no consigo hacerme entender en mi mal inglés, ellos ponen poco de su parte, yo que si store of cakes in a corner wiht windows bigs and portuguese, que como? y vuelta a empezar, ellos tirando escupitajos por el colmillo, yo sudando la gota gorda, total que desisto y me voy, y en esto que un coche de la policía se para detrás mía y se bajan mientras yo me estoy yendo y creo que los interroga por sospechar vete tu a saber qué; mas vueltas, ahora me arrepiento de no haberme bajado y haber preguntado a la policía, si los vuelvo a ver tratare de preguntarle, el tiempo va pasando, ya se, estoy convencido que Maite y Belén están en la calle esperándome, y yo sin saber buscar una alternativa a mi recorrido, estoy seguro que ando por la zona y no me explico como en todas estas vueltas no he dado con la calle y la esquina. Ya ha pasado mas de veinte minutos de dar vueltas, me estoy poniendo un poco nervioso, que si juramentos en arameo, que si será posible lo que me esta pasando, y ¡cómo me voy a comunicar con ellas!, no tenemos mas que un móvil y lo lleva Belén, ella no me puede llamar a ningún sitio, yo no me se el móvil no lo tengo disponible pues mi móvil no vale en USA y no lo llevo conmigo, la dirección de los Broyles no se la saben aunque yo si la tengo en mi bolsa, pero no me voy a ir y dejarlas aquí, no tengo otra solución que encontrarlas, y el tiempo va pasando, Decido tras varias vueltas mas parar el coche y hacer todo esto a pie, para ver si me oriento mejor y me puedo meter por otras calles. Me bajo y dejo el coche en la calle principal, mirando como un desesperado el lugar exacto donde dejo el coche, no vaya a ser que también pierda el coche. Pregunto a un joven que anda muy deprisa, pero cuando consigo decirle toda esa retahíla del store of cakes in a corner with windows bigs and portuguese, se va corriendo como había venido y se mete en una tienda y al rato vuelve corriendo otra vez y me dice que para adelante, y se va. No me suena nada que sea hacia donde me dirige, yo ya haciendo de experto conocedor de la zona, así que al siguiente que pasa le pregunto, resulta ser un latinoamericano que habla español, bufo de placer y casi no acierto a decir en castellano todo lo que antes tenía que decir en inglés, tal era mi excitación y mi cara de asombro. El muchacho muy amable, me indica que él conoce una pastelería brasileña, yo que portuguesa, él que para el lado contrario que me ha dicho el otro, yo que no es un dunking donnuts que también hace esquina en esa calle, el que no, que es otro, eso me va confortando, seguimos caminando hacia el dunking donnuts, se para y me dice que se llama Marcos, que es de Costa Rica, que no hay trabajo en el restaurante donde trabaja a causa de la crisis y que le han enviado para casa, yo en mi torpeza le digo que qué bien, que no tiene que trabajar, pero claro, sin saber que si no trabaja seguro que no le pagan, y en esto que veo a Maite en la lejanía, desesperá y Belén que se le acerca, que alivio.

Han debido de pasar más de 45 minutos desde que las dejé. Nos subimos al coche y nos vamos de la ciudad como alma que lleva el diablo, a toda prisa y sin mirar hacia atrás, La ciudad maldita se llama Lowell.

Llamamos por teléfono para comunicar nuestro retraso y cuarenta o cincuenta minutos mas tarde de las siete de la tarde que era la hora acordada para llegar aparecimos por casa de Anne, a la que se le habían quemado los piñones de la ensalada templada. Yo con intención de quitarle hierro a la situación le digo que no importa, que esta bien así, pero ella me contesta que a ella si le importa. Poco a poco me fui comiendo los piñones quemados sin que ella me viera, seguro que jamás podrá saber como desaparecieron aquellos tiznones negros en el plato.

La comida era un Ratatoui, una especie de pisto caliente, pues ya os he dicho que son vegetarianos y de postre una tarta de algún tipo de berry rojo. Los pastelillos también cayeron y al poco rato, sin mucha comunicación ni conversación entre nosotros, nos fuimos a dormir, pues ellos tenían que levantarse temprano. Yo llevaba unas horas sin acordarme de mis ganas de hacer pipi, estaba casi curado, seguro que había hecho mas efecto el susto que el antibiótico. Ya no me salía ni el pipi del cuerpo.

Buenas noches cucuruchos.

SEXTA CRÓNICA DESDE EL NORTE DE BOSTON. 26 DE MAYO 2009



Hola a todos. Os escribo desde New Jersey, frente a la isla de Mannhattan, y estamos en casa de Judit, una mujer húngara, que tiene dos hijos y su marido de viaje por Francia. Hoy es 1 de junio, pero os voy a contar el 26 de mayo, que es el día que corresponde. Esto me hace volver a revivir el tiempo pasado y recordar lo que hicimos hace unos dias. Me agrada recordar, aunque pienso que se me quedan cosas en el tintero. De todas formas también pienso que me extiendo demasiado y que os aburro con mis historias. Ya sabéis, si es así, no tenéis más que borrar o dejar para alguna ocasión que os apetezca leer algo.

Pues resulta que todavía quedaba un tour en casa de los Sharry, era el último y consistió en enseñarnos los alrededores del pueblo, la biblioteca, el colegio público, los centros de compra de comida, la zona de restaurantes y tiendas de todo tipo, todas agrupadas en una zona, y el bosque dentro del bosque que ya de por si en la zona. En este lugar, hay ciervos a los que vimos en un claro y que a nuestra amiga no le gustan porque dice que se comen todos los brotes tiernos de las plantas, hay un lago donde se hacen deportes de agua, lugares para acampar los chicos, y en los que ya se empezaba a ver actividad, pues estaba por allí el director del lugar de acampada, con otras personas tal vez preparando la pronta venida de algún grupo de jóvenes campistas. Después fuimos a ver las grandes mansiones, que estaban en una zona agrupada y donde las casas ya no parecían casas, sino más bien hoteles con sus jardines súper cuidados.

Bueno, si nos pareció bonito el pueblo o la urbanización donde estaba ubicada la casa de los Sharry, esta zona era ya el cúlmen.

Nos despedimos con gran pena de Jean, de los otros ya nos habíamos despedido el día anterior y nos fuimos en busca de nuestros nuevos anfitriones. Daos cuenta que este tipo de viaje en el que cada dos o tres dias tienes que ir a otra casa no es un viaje al uso, no estas en un hotel, con el anonimato y la asepsia de vivir en algo que estas pagando y por lo que demandas un servicio. Nos cuesta lo mismo que os costaría a vosotros el enfrentarnos a nuevas gentes, diferentes costumbres, tal vez caracteres con los que no congenias, todo eso es un misterio antes de llegar a la casa que te acoge, pero así y todo, hace del viaje un acontecimiento emocionante, diferente a todo lo que normalmente haces, y por ahora todo ha salido a pedir de boca.

Tenemos todo el día por delante, aunque el tour nos ha llevado cerca de hora y media. Pretendemos conocer Salem, el lugar famoso por la quema de brujas, Newbury Port, Marble Head, y Plum Island. En Marble Head comimos en un restaurante mirando al mar muy agradable, con gente de todas las edades y muy buen ambiente, sopa caliente de langosta, y creo que algo de carne y patatas, y una fritura de pescado, un par de postres de tarta de manzana y berrys. Paseito por el pueblo, bordeando el mar, visitando un antiguo fuerte que me recordó a tiempos coloniales, los astilleros, y vuelta al coche. En otro de los pueblos, Plum Island, vimos unas casas al borde de las playas muy bonitas y grandes y me recordó a alguna película en la que hay una gran escalera que comunica con la playa y la casa inmensa en lo alto. Observatorio de pájaros y un paisaje muy agradable por lo general. Poco a poco nos íbamos acercando a la casa de Anne Broyles, nuestra anfitriona. Íbamos llamando por teléfono y sabíamos que ella no estaría pues tenia cosas que hacer, pero su marido nos esperaba con una cena en casa. La zona era parecida a la de los Sharry, lo que nos agradó mucho, y con nuestro GPS maravilloso nos fuimos acercando poco a poco. Todo estaba plagado también de árboles, pero justo la casa de los Broyles estaba en un claro del bosque y no era una casa como todas las demás, de esas de cuento con tejado inclinado alrededor de los 60 grados y muchas intersecciones de tejados a diferentes alturas, era una casa de una sola planta en forma de ele y mucho mas austera que el resto de las casas de alrededor.

Llamamos a la puerta y un perro se puso a ladrar. Salió Larry Peacock, el dueño y señor de la casa y nos tranquilizó con el perro. Nos tenía preparado un potaje de verduras, judías y arroz. Nos dio a elegir servilleta, luego elegir vaso, nos indicó donde sentarnos y empezamos a cenar los cuatro muy aplicados. El ambiente mucho más rígido y formal que en la casa anterior. Daros cuenta que Larry es ministro de la iglesia, que en estos momentos está dirigiendo un centro de reposo propiedad de su iglesia donde se organizan reuniones de grupos de un máximo de 30 personas, en una casa muy vieja, con goteras, paredes pintadas de colores distintos para cada habitación, una gran antigualla de casa de esas que pueden arruinar al mas pintado si la compra. En esa casa, que no es en la que vive y nosotros estamos alojados, hay cocinas, salones, dormitorios, y todo decorado como una casa de reposo religiosa, con crucifijos por aquí y por allá, flores secas en jarrones, todo muy austero, y muy viejo y muy poco apetecible, aunque limpio.

Al rato llegó la mujer, mucho más charlatana, con un buen dominio del español, y eso nos relajó un poco. Nos enseño donde íbamos a dormir cada uno, nos enseñó el gran gato súper gordo y que para que no se mezclara con el perro habían puesto una puerta como las que se utilizan para proteger a los niños pequeños, pero en este caso para proteger al perro del gato, pues aunque el perro era de buen tamaño, apostamos por que el perro sería comido por el gato en caso de lucha a muerte entre los dos.

Los actos para el día siguiente consistían en ir a hacer yoga a las ocho de la mañana con la mujer pues él tenía que ir al médico y yo decidí quedarme a descansar. A las chicas se les procuró ropa de hacer yoga y a mi me dejaron descansando.

Bueno, se acabo el día. Ahora Maite está durmiendo, son las dos de la madrugada y tenemos previsto levantarnos a las ocho para visitar el Vilage, el Soho y tal vez el Gugenheim, ya veremos.

Buenas noches a todos y felices sueños a los que estamos por estas tierras.

Chauuuu