POR FIN EN LAS TORRES DEL PAINE






miércoles, 31 de octubre de 2007 0:58:19
Ha sido complicado pero lo hemos conseguido. Cuando llegamos a la estación de autobuses nos encontramos con que solo quedaban dos pasajes para Puerto Natale, nuestro destino en Chile para visitar las Torres del Paine, montañas bonitas entre las mejores para los alpinistas y los amantes de la montaña. Todos los planes rotos.


Teníamos que buscar hotel, actividades para el día siguiente para no perderlo dando tumbos y reorganizarlo todo. Le dijimos al que vendía los billetes que si había alguna anulación que nos avisase al hotel. Juan y yo nos pusimos manos a la obra para reparar el desaguisado.


Vimos un jeep que anunciaba vuelos en globo y allí que nos fuimos para montar a la abuela en globo a su pesar. Tampoco fue posible pues no había piloto para el aparato y no comenzarían los peligrosos vuelos hasta dentro de dos semanas. Buscamos hotel, y nos fuimos con una cervecita y un brownie en el cuerpo al hotel más corridos que una mona. Cuando llegamos al cuarto mama que estaba descansando en la cama salto cuan rana cabreada y nos dijo que habían llamado por teléfono no sabia de donde ni para que. Viaja con abuelas para esto.


Nos fuimos a recepción ilusionados desconcertados y expectantes y en recepción dijeron que una vez que habían pasado el teléfono no se preocuparon de más, así que por favor, llame a la agencia de transportes y pregunte si han llamado a los rodriguez leiva, por fin dimos con el vendedor y nos dijo que teníamos pasaje para los tres para hoy. Suspiro profundo y vuelta a enderezarse todo. A las ocho de la mañana ya estábamos montados en el autobús muy serios y mirando pa lante.


No os voy a describir el viaje pues lo pase durmiendo y de vez en cuando un pajarraco, un guanaco, una ovejita y su cría que ahora están en sazón total, que llegamos a la frontera con chile y nos dan un papelito de declaración de todo lo que traemos de comer y maderas, etc. etc. y Juan pone que lleva de todo y que es muy legal y que no va a mentir a nadie. Nos lo tenemos que comer todo por dios, que se nos va el autobús, que la cola avanza, que ya nos toca y que no puedo comer más deprisa la tercera manzana. Recapitulamos, oye y si decimos que no llevamos nada, preguntamos al chofer y nos dice que lo subamos al autobús que ya lo han revisado, como si fuéramos atracadores de medio pelo vamos pasándonos la maleta de la comida de unos a otros y al final el autobusero nos la quita de las manos y la mete con el equipaje y a rellenar de nuevo los papeles pa decir que no llevamos mas que tres manzanas. El de la aduana me dice que tengo que poner que llevaba tres manzanas. Si tengo que poner en la lista todo lo que llevaba aun estamos allí.


Llegada a Puerto Natales, alquiler de coche, compra de zapatillas para Juan, comidita de marisco para quitarnos las penas, y caminito de las montañas que no llegamos a las ocho de la tarde al control y lo cierran. Así que a ochenta por pistas de ripio por donde teníamos que ir a treinta o cuarenta pero al final, a las ocho menos cuarto estábamos preguntándole al guarda parque que qué nos aconsejaba.... y al final al hotel que es una maravilla de enclave al pie de esas bellas montañas que tanto nos ha costado alcanzar.


Mañana os contaré como nos perdimos por estos valles tan bonitos, que hicimos con la abuelita, que creo que le vamos a pagar un masaje de dos horas pa que se quede relajada y ya veremos como nos va el día.


Bueno, besitos de los tres, que los tengo aquí apuntándome lo que a mi se me olvida y que lo paséis tan bien como nosotros aunque con menos estrés.
Chau

Y eso que estamos intentando hacerlo slow, que quiere decir despacito y sin prisas, pero nada, que no se deja el puñetero viaje.